Ayer miércoles, 13 de febrero, tuvo lugar la última Nintendo Direct por parte de la compañía nipona, donde entre otros anuncios, se desveló uno de los proyectos que hasta hoy se mantenía en secreto y que sin duda ha generado un gran revuelo en la comunidad, y es que este mismo año se relanzará para Nintendo Switch en forma de remake uno de los juegos más queridos de la franquicia Zelda, el famoso Link’s Awakening.
Desde el segundo después al anuncio, las redes sociales ardieron. La cantidad de de usuarios que mostraron su asombro era sólo equiparable a los que aireaban su descontento, pudiendo encontrarse opiniones para todos los gustos. Está claro que nunca llueve a gusto de todos, es imposible contentar a todo el mundo, y más cuando hablamos de juegos tan icónicos como lo este esta entrega de la saga Zelda.
Por mi parte, comparto lo que es única y exclusivamente mi opinión personal. Este The Legend of Zelda: Link’s Awakening está considerado por muchos como una de las mejores entregas de una las franquicias más exitosas de la historia del videojuego, que no es poco. Sí, hablamos de un juego que fue originalmente lanzado para la portátil de Nintendo, la Game Boy, y que debido a las limitaciones de ésta, su apartado gráfico tenía un aire cartoon muy marcado (dentro de un apartado gráfico soberbio para la época), pero ojo, no se trataba de un juego infantil ni muchísimo menos.
Independientemente de estar o no de acuerdo con la política actual de remakes de Nintendo, considero que el apartado gráfico elegido para esta reedición del juego no ha sido el más acertado. Parece ser que Nintendo se olvida de que los que en su día disfrutamos de esta obra maestra superamos ya con holgura la treintena, y que quizá esperábamos algo un poco más serio. Por supuesto, no estoy hablando de que vaya a ser un mal juego, ni muchísimo menos, es más espero y deseo que sea todo lo contrario, pero creo que la bonita historia de nuestro querido Link, Marin y el legendario Wind Fish se merecía algo muy por encima de esto.
No puedo dejar de pensar en lo bien que le habría sentado al que abiertamente puedo decir que es mi Zelda favorito (sí, y digo esto después de más de 150 horas jugadas a la última entrega de la saga) utilizando precisamente el motor gráfico de Zelda: Breath of the Wild y con un aire más adulto. Pero por lo que parece, tendré que quedarme con las ganas, y esperar a ver qué sale del anunciado remake, del que apenas aún hemos podido ver unas escasas capturas de pantalla. Sólo espero que Nintendo haya sabido tratar con el respeto que se merece a uno de los juegos más grandes de la historia del videojuego.
No olvides seguirnos en nuestro perfil de facebook o también a través de nuestra cuenta de twitter si no te quieres perder más artículos como éste y estar al corriente de las últimas noticias del mundo de los videojuegos clásicos.
Deja una respuesta