Con la salida de la nueva Nintendo Classic Mini NES, han sido muchas las personas que se han quejado de la imposibilidad de añadir nuevos juegos a la misma, remitiendo a la emulación como una opción más práctica para tal menester. Es una opinión personal, pero que nos hace pensar en que es cierto que hay muchas otras formas de disfrutar de nuestros juegos clásicos en nuestras televisiones actuales (o de tubo) con mucha más libertad, y hoy os enumeramos algunas de las más conocidas.
No pretendemos decir que opción es mejor o peor, eso queda a decisión del lector, al igual que tampoco esto es un tutorial de como instalar o configurar cada uno de los dispositivos. Simplemente es una pequeña guía para conocer las principales características de cada uno de ellos.
Raspberry Pi
La Raspberry Pi (http://www.raspberrypi.org/), para quien no la conozca, es un pequeño ordenador que gracias a sus grandes posibilidades, su bajo coste y sobre todo, al gran apoyo y entusiasmo recibido por parte de los usuarios y la comunidad surgida a su alrededor, ha conseguido una popularidad increíble en muy poco tiempo, principalmente como centro multimedia pero también para muchas otras aplicaciones como robótica, domótica, ordenador de sobremesa o centro de emulación, lo que hoy nos interesa.
Retropie (http://retropie.org.uk/) es un sistema operativo que surgió hace ya algún tiempo para la Raspberry Pi, que convierte a éste pequeño ordenador en un potente centro de emulación, compatible con más de 50 sistemas clásicos diferentes, desde los primeros ordenadores hasta Nintendo 64 o Dreamcast. Incluye diferentes interfaces y numerosas opciones de configuración, lo que combinado con un par de mandos USB hará las delicias de aquellos que tengan ganas de revivir años de la historia de los videojuegos sin demasiadas complicaciones.
Un detalle importante para cualquiera que quiera utilizar su Raspberry Pi como centro de emulación es saber que, además de salida HDMI, dispone de salida RCA, lo que nos permite conectarla sin problema en nuestras televisiones de tubo, consiguiendo una experiencia prácticamente idéntica a la de jugar en nuestros sistemas originales.
Es importante destacar que, a priori, la Raspberry Pi se vende como “la placa base”, sin carcasa, cableado, tarjeta de memoria, etc, aunque en la mayoría de tiendas que la distribuyen te venden kits con todo lo necesario para ponerla en marcha, e incluso no es raro ver en las principales redes de venta de segunda mano a usuarios que las ofrecen con todo preinstalado, especialmente indicado para los menos mañosos.
El coste de la placa ronda los 40€, al que tendrás que sumar la carcasa (5€), tarjeta SD (unos 10-15€ dependiendo de la capacidad de la misma) cable de conexión a TV (5€), transformador AC y cable USB (sirve el cargador de cualquier móvil, si no suma otros 5-10€). Sin contar los mandos (que quedan a elección del consumidor, es compatible con casi cualquier mando USB o Bluetooth, además de poder utilizar mandos de XBOX o PS3) suma un total aproximado de unos 80€. Puedes encontrarla en las principales tiendas de informática y online nacionales.
A favor:
- Bajo coste y buenas prestaciones en un tamaño muy reducido
- Salida RCA que te permitirá conectar en televisor de tubo
- Compatible con Linux o Windows 10
En contra:
- Has de tener unos conocimientos mínimos para su configuración y montaje
Android TV
El sistema operativo de google ha ganado gran popularidad gracias a los teléfonos móviles, pero no hay que olvidar que también está presente en muchos otros dispositivos, como los Android TV. Estos pequeños ordenadores llevan todas las posibilidades de Android a nuestras pantallas, incluyendo todo tipo de aplicaciones multimedia, navegador de internet, redes sociales y sí, emuladores.
La principal ventaja de estos dispositivos es que no requieren ningún tipo de instalación por parte del usuario más allá de los propios emuladores que se quieran instalar, muchos de ellos disponibles desde la propia tienda de aplicaciones de Google. Un emulador que soporta multitud de sistemas y que ha alcanzado gran popularidad entre los usuarios de android es Happy Chick, aunque en este caso no lo encontraremos disponible en la tienda oficial, pero no es complicado dar con el haciendo una búsqueda en su propio buscador.
Algo que casi puede ser en muchos casos una desventaja es la cantidad de opciones que encontraremos en el mercado a la hora de decidirnos por uno de estos dispositivos. El abanico es muy amplio, y abarca alternativas desde los 40 hasta los 200€. Si nuestro objetivo es utilizarlo como centro multimedia y de emulación con un buen rendimiento, deberíamos optar por un dispositivo con procesador de mínimo 4 núcleos (ya se encuentran de 8 a precios muy competitivos) y al menos 2 gb de memoria RAM. Con estas características tenemos opciones entre 80 y 120€, que no está nada mal, sin tener que hacer ninguna inversión extra a parte de los mandos (podremos utilizar casi cualquier mando USB, de XBOX o PS3, entre otros).
A favor:
- Instalación sencilla, no requiere de conocimientos técnicos
- Versatilidad y múltiples opciones gracias a android en un tamaño reducido
En contra:
- Comprar uno “demasiado barato” puede llevar a una mala experiencia de uso
- La mayoría de estos dispositivos sólo cuentan con conexión HDMI, lo que no nos permitirá jugar en televisiones de tubo
PC (ordenador de sobremesa)
Todo un clásico de la emulación que no creo que vayamos a descubrir ahora. Desde hace ya muchos años, las opciones para emular prácticamente cualquier sistema en PC han sido casi infinitas, incluso a la hora de emular sistemas más modernos en ordenadores actuales.
Pero si lo que si buscamos es una alternativa sencilla, barata y para tener continuamente enchufada en el salón de casa, quizá no sea la opción más práctica, sobre todo si lo que queremos emular sistemas clásicos (entendemos por sistemas clásicos desde los albores de la historia de los videojuegos hasta PSOne / Nintendo 64). Por el contrario, si además de disfrutar de nuestros clásicos pretendemos jugar a juegos modernos o actuales, el PC es sin duda la opción más versátil, aunque eso si, nos tocará rascarnos el bolsillo.
A favor:
- Opciones de configuración de hardware casi infinitas, al gusto del consumidor
- Multitud de posibilidades y opciones para emular casi cualquier sistema
En contra:
- Por lo general, mayor tamaño y peso que cualquiera de las otras opciones
- Precio más elevado si sólo buscamos un centro de emulación clásico
Consolas domésticas modernas
Muchos de nosotros tenemos en casa consolas de generaciones pasadas guardadas en el armario, y en muchos casos no sabemos que, a parte de sus propios juegos, aún son capaces de darnos mucha diversión convirtiéndose en centros de emulación.
Ya en los tiempos de PSOne, empezaron a aparecer los primeros emuladores “extraoficiales” para jugar a juegos clásicos en nuestras consolas modernas. Gracias a la scene, esa tendencia se mantuvo, llegando su mejor momento con consolas como Xbox, Wii, Xbox One o Ps3. Con cualquiera de estas consolas podrás jugar a miles de juegos clásicos para casi cualquier sistema, sin demasiadas complicaciones (no es difícil encontrar por la red las indicaciones para convertir tu vieja consola en un centro de emulación).
La principal ventaja de reutilizar tu vieja consola es que no tendrás que invertir dinero en ella, y si sólo buscas un dispositivo con el que jugar a tus juegos clásicos es una alternativa más que válida, eso sí, ten en cuenta que es muy probable que en algunos casos tengas que hacer algún tipo de modificación a tu consola, ya sea a nivel de software o de hardware.
A favor:
- Reutilizar tu vieja consola sin gastar dinero
En contra:
- Hay que tener unos conocimientos mínimos para preparar tu consola
- Menos opciones y alternativas de configuración que el resto de dispositivos
Nosotros os hemos dado las opciones, ahora la decisión es vuestra, aunque a día de hoy no hay excusa para disfrutar de nuestros clásicos favoritos en casi cualquier dispositivo, ya sean teléfonos móviles, videoconsolas portátiles, ordenadores, tablets… ya no sólo a través de emuladores, si no también con la cantidad de reediciones y remakes que cada vez es más común encontrarnos. Ya sabéis, lo retro está de moda, para bien o para mal.
Deja una respuesta