Era sólo cuestión de tiempo que, al igual que ocurrió en los primeros años de la década de los 90, ocurriese en la actualidad. Si ya en su momento el enorme éxito de la Nintendo NES llevó a que aparecieran en el mercado versiones clónicas de la consola, a día de hoy y tras el lanzamiento de la Nintendo Classic Mini NES no podía ser menos.
Por un tentador precio de 29,80€ (envío incluido) podemos encontrar en la famosa página AliExpress la conocida como NASA Mini. Aunque ojo, los que penséis que estáis ante un sistema con las mismas características que la NES Mini, a mitad de precio y sin especulación de por medio, estáis muy equivocados. Hay diferencias más que evidentes entre un sistema y otro, diferencias que os exponemos a continuación para que valoréis si merece la pena la inversión en el clon de la pequeña consola de Nintendo.
Materiales y acabados
Como suele ser habitual en estos casos, y más tratándose de un producto como éste, donde el aspecto del mismo es una parte importante a la hora de justificar la compra, las diferencias entre el original y la copia son notables. En primer lugar, la calidad de los materiales de la versión clónica dista bastante de la de Nintendo. El plástico utilizado es el típico low cost (que ya se utilizaba en las clónicas de la época). Los mandos, de aspecto casi idéntico a los originales, tienen un tacto algo más duro que éstos, aunque se dejan jugar mejor de lo esperado. Además, cuentan con un cable de casi 2 metros, que mejora al original en este sentido. Destacar también que el puerto del mando es diferente tanto al de la consola original como al de la propia NES Mini, encontrándonos un puerto tipo MegaDrive, a priori compatible con cualquier mando de este tipo. Otro detalle a tener en cuenta es que el transformador incluido con la consola es de formato americano (conectores planos) aunque entendemos que no hay problema en utilizar un transformador europeo, ya que el puerto de alientación de la consola es un Mini-USB normal y corriente.
Calidad de imagen, sonido y emulación
Como era de esperar, este es uno de los apartados donde más diferencias esperábamos encontrar, y así es. Lo primero que llama la atención, y que es sin duda uno de los aspectos más destacables de la pequeña consola de Nintendo, es la ausencia en esta clónica de conexión HDMI. Han sido muchos los halagos recibidos hacia la compañía nipona por el buen trabajo realizado a la hora de emular los juegos de su consola en pantallas de alta resolución, con unos resultados sorprendentes. Pues tened en cuenta que si os hacéis con la copia china sólo dispondréis de conexión RCA, con la ventaja de poder jugar en vuestras televisiones clásicas de tubo (algo que muchos hemos echado en falta en la versión de Nintendo) pero no podréis hacerlo, al menos con una calidad decente, en vuestros televisores modernos donde sí podréis conectarla mediante la mencionada salida RCA, pero los resultados pueden ser cuanto menos desilusionantes.
Sin estar aún este detalle confirmado, parece que nos encontramos ante un sistema NOAC (o NES on a chip) como tantos otros existentes en el mercado. Llevaría incluido de serie un cartucho (seguramente, soldado o montado en la propia placa) de un número indeterminado de juegos, similar a los que comúnmente se encuentran en las páginas de productos de importación del lejano oriente (los ya clásicos 999in1) sin contar con memoria interna o firmware de ningún tipo, cerrando las posibilidades de expansión o moddeo del sistema. En cuanto a la emulación, seguramente nos encontremos con los típicos problemas en sistemas de este tipo, con algunos fallos gráficos, problemas a la hora de emular algunos juegos y sobre todo, problemas de sonido.
Conclusiones
Lógicamente, el prematuro anuncio del cese de la producción de la Nintendo Classic Mini NES y todos los problemas de reventa surgidos a su alrededor ha generado mucha frustración en un gran número de usuarios, frustración que aprovechan algunas empresas para intentar coger su tajada del pastel, aunque sea con productos de más que dudosa calidad como del que hablamos hoy. Aunque su precio sea tentador, recordad que os hemos avisado, estamos ante un artículo de muy baja calidad, tanto a nivel de acabados como de emulación (aunque quien puede esperar lo contrario por ni 30 euros, envío incluido, desde la otra punta del mundo).
Si lo que buscáis es un sistema con el que jugar a vuestros clásicos favoritos sin complicaciones las alternativas son numerosas, desde vuestro propio ordenador u otros sistemas mediante emulación pasando por la consola original y un cartucho multijuegos o flash, casi cualquier alternativa nos dará mejores resultados a un precio similar e incluso más barato. Recordad también que, además del clon con aspecto similar al de nuestra Nintendo Classic Mini NES también podréis encontrarla con diseño que se inspira en la Famicom Mini, la versión japonesa de la NES, de similares características.
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